Todos somos posibles donantes (salvo que en vida hayamos manifestado expresamente lo contrario), y para que así conste, el decreto 2493 de 2004 así lo legisla. Pero, aunque la ley lo autorice y exprese la posibilidad de realizar la extracción, los médicos, por respeto a los sentimientos y a la libre voluntad, pedirán la autorización a los familiares del paciente fallecido.
Cualquier persona que haya cumplido los dieciocho años puede hacerse donante voluntario, expresando el deseo de que una vez que se produzca el fallecimiento (por muerte encefálica o paro cardio-respiratorio irreversible) sus órganos y/o tejidos sean utilizados para ayudar a salvar vidas o para mejorar la calidad de vida de los enfermos que los necesiten.
En lo que respecta a los menores de edad que sean mayores de siete (7) dias de nacidos, en caso de presentar muerte por criterio neurológico (muerte encefálica), se solicitara la autorización de donación a sus familiares o responsables directos. Es importante aclarar que acorde a lo contemplado en la normatividad vigente, si pasadas seis (6) horas luego de diagnosticarle a un paciente la muerte encefálica o antes del inicio de una necropsia, no aparecen responsables del fallecido puede aplicar la donación por presunción legal.
- Basta con manifestar a los familiares cercanos la intención de donar. Realmente no hay forma de asegurar que alguien va a ser donante, ya que es imposible predecir en que circunstancia va a fallecer.
- Es necesario compartir la decisión con la familia y solicitar que en caso de fallecimiento, su voluntad de donación sea respetada.
- Gestionando el carnét del donante voluntario a través de la página web del Instituto Nacional de Salud, INS : www.ins.gov.co . Portar el carnét es un acto simbólico que representa el deseo de donar órganos y/o tejidos al momento de fallecer, sin embargo, el carnét por si solo no basta, es necesario haber compartido previamente la decisión con los familiares, ya que ellos son los que autorizarán o no la donación.
Los órganos serán destinados a los miembros de la comunidad que sean genéticamente compatibles atendiendo criterios de asignación de la Red de Donación y Trasplantes. Portar el carnét no conlleva peligro alguno, ya que no es garantía de que una persona sea apta para donar.
Un trasplante es un procedimiento que requiere una avanzada tecnología y un conocimiento muy específico, no es algo que se pueda practicar en cualquier lugar. Además, las leyes colombianas y la vigilancia y control actual por parte de las Coordinaciones Nacional y Regionales de la Red de Donación y Trasplantes hacen imposible traficar clandestinamente con órganos.
Una vez autorizada la donación por parte de los familiares, se hará legal el trámite, que supondrá la vida para uno o más pacientes gravemente enfermos.
Se realiza mantenimiento al donante con el corazón latiendo, buena tensión arterial y ventilación artificial para asegurar que el oxígeno administrado llegue a los órganos que todavía puedan servir para ser trasplantados.
Se envía muestras al laboratorio para descartar enfermedades infecciosas (que podrían descartarlo como donante) y muestras para su tipificaciónón genética (para la búsqueda del receptor más compatible).
Es por este motivo, que toma gran importancia la concientización de la comunidad en el tema de la donación, ya que, una donación temprana da mayor posibilidad para que el potencial donante llegue a ser un donante efectivo.
Los gastos por la atenciónón del donante potencial, los exámenes necesarios para determinar si es apto como donante, el proceso de la extracción de los órganos, la valoración pre trasplante al receptor y la mayoría de los trasplantes son asumidos por la EPS o la entidad del Estado que tiene el deber de proteger el derecho a la salud de la persona que recibe el trasplante.
En ningún caso la familia del donante debe asumir costo alguno relacionado con la extracción de los órganos o tejidos.
Un paciente es considerado como donante potencial solo cuando le sea diagnosticada la muerte encefálica o hace parada cardiorrespiratoria.
Para el diagnóstico de muerte encefálica se hacen valoraciones médicas, separadas una de la otra; una de ellas, obligatoriamente tiene que hacerla un especialista en ciencias neurológicas (ya sea un neurólogo o un neurocirujano). Ambos médicos por ley, no pertenecerán para nada a los grupos de extracción y Trasplantes de órganos.
Cualquier tipo de enfermedad o trauma ocasionado al cerebro (golpe, hemorragia cerebral, trombosis cerebral, tumor cerebral) o cualquier lesión que produzca un insuficiente aporte de oxígeno al cerebro pueden llevar a la muerte encefálica (de los hemisferios cerebrales y del tallo cerebral).
El Donante Potencial se encuentra en un estado caracterizado por ausencia total de respuesta al más intenso estímulo doloroso; ausencia de respiración espontánea (se encuentra conectado a una máquina de respiración mecánica, llamado ventilador y que remplaza la función de los pulmones).
La muerte encefálica en Colombia, es considerada ética, médica y legalmente como el fallecimiento del paciente. En este estado, con ayuda de la tecnología actual, el corazón y los pulmones mantendrán su actividad aportando oxígeno y sangre a los diferentes órganos del posible donante en espera de la confirmación o no de la donación.
Es importante recalcar que el paciente con diagnóstico de muerte encefálica ya ha fallecido (por lo tanto, ya no es un enfermo), independientemente de que se acepte o no la donaciónón de sus óórganos. En muerte encefálica no hay esperanza alguna de recuperación, y por más que se esfuercen los médicos el corazón dejará de latir en menos de tres (3) días, desde el momento en que el paciente presentó la muerte encefálica.
La mayoría de los donantes potenciales son pacientes que han ingresado a los hospitales por eventos traumáticos, se trata por lo general de un fallecimiento inesperado para los familiares, que por el mismo motivo tienden a no aceptar la muerte de su familiar y de la donación de componentes anatómicos con fines de trasplante. Si la donación no es aceptada, el único gran perjudicado será el receptor, para quien el tiempo se acaba.
Salvarle la vida a un prójimo con una enfermedad grave depende de la decisión que tomen los familiares de un paciente fallecido: Sin donantes no hay trasplantes.
La extracción de órganos y tejidos es un procedimiento quirúrgico en el que se tiene el mayor cuidado para no alterar la apariencia física del donante. La Ley Colombiana señala que no se debe causar ninguna desfiguración, y en la práctica esto se cumple a cabalidad.
En vida una persona puede donar un riñón, un pulmón, una porción del hígado y parte de la médula ósea. Esto puede hacerse siempre y cuando exista un alto grado de compatibilidad genética entre el donante y el receptor. Además: Recordemos que donando sangre también contribuimos a salvar vidas.