Camilo José Cela ha sido uno de los mayores escritores Españoles de toda la historia, Fue académico de la Real Academia Española durante 45 años y galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987, el Premio Nobel de Literatura en 1989, y el Premio Cervantes en 1995 y también fue un escritor muy peculiar que de vez en cuando nos dejaba alguna perla para la posterioridad.
Camilo José Cela ha sido uno de los mayores escritores Españoles de toda la historia, Fue académico de la Real Academia Española durante 45 años y galardonado, entre otros, con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1987, el Premio Nobel de Literatura en 1989, y el Premio Cervantes en 1995 y también fue un escritor muy peculiar que de vez en cuando nos dejaba alguna perla para la posterioridad.
Hace ya una década desde que falleció, pero para el recuerdo nos quedarán obras tan importantes como “La Colmena” o “La familia de Pascual duarte”. También nos ha dejado para el recuerdo varios fragmentos de poesía, y como le gustaba ser muy original, también nos ha dejado un poema donde habla de la donación de sus órganos, todos menos uno.
POEMA: La Donación de mis órganos.....
Quiero el día que yo muera Poder donar mis riñones, Mis ojos y mis pulmones. Que se Los den a cualquiera.
Si hay un paciente que espera Por lo que yo ofrezco aquí espero que lo hagan así para salvar una vida.
Si no puedo respirar, que otro respire por mí.
Donaré mí corazón
Para algún pecho cansado que quiera ser restaurado y entrar de nuevo en acción.
Hago firme donación y que se cumpla confío antes de sentirlo frío,
roto, podrido y maltrecho que lata desde otro pecho si ya no late en el mío.
La picha yo donaré, que se la den a un caído y levante poseído el vigor que disfruté.
Pero pido que después
Se la pongan a un jinete,
De Los que les gusta brete.
Sería eso una gran cosa
Yo descansando en la fosa y mi picha dando fuete.
Entre otras donaciones
Me niego a donar la boca. Pues hay algo que me choca por poderosas razones. Sé de quién en ocasiones habla mucha bobería; chupa lo que no debía y prefiero que se pierda antes que algún comemierda mame con la boca mía.
El culo no donaré, pues siempre existe un confuso que pueda darle mal uso al culo que yo doné.
Muchos años lo cuidé
lavándomelo a menudo.
Para que un cirujano boludo en dicha trasplantación se lo ponga a un maricón y
muerto me den por el culo. C.J. Cela